Puedo jurar que, a pesar de los cientos de kilómetros que me separan de él, puedo sentir sus manos alrededor de mi cintura como si estuviera ahora mismo a mi lado. Cada una de sus palabras hace eco en mi mente, produciéndome una sonrisa irrepetible, como cada una de las que siempre él me produjo. Es raro saber que estamos más lejos de lo que lo hemos estado y, sin embargo, sentirle más cerca que nunca.
Te admiro, mucho, por todo lo que haces. Y, sobre todo, te echo muchísimo de menos. Me he dado cuenta de que nuestra amistad vale millones y que ninguno de mis enfados tontos va a poder con ella nunca, porque es mucho más fuerte que todo eso. Prometí escribirte cada día que pudiera, contarte todo lo que pasaba aquí, para que fuera como si nunca te hubieras ido, y eso hago. Me alegro muchísimo de tenerte conmigo, de poder leer tus palabras y seguri tus consejos.
Cuento los días que me quedan para verte.
Tequieromuchisimo, como siempre lo he hecho :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario