7 de mayo de 2013


Después de mucho pensarlo me he dado cuenta de que las personas no te hacen feliz. Tampoco los actos, ni los minutos, ni las horas, ni las palabras. Ser feliz es una decisión. Es la decisión que más nos cuesta tomar, porque ni siquiera nos damos cuenta de que somos nosotros mismos los que optamos por esta opción.
Preferimos quedarnos en lo fácil, no mover un dedo, y no nos damos cuenta de que eso es exactamente lo único que nos separa de la felicidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario