"Se le acerca. Ella le sonríe. Abre los ojos y coge esas manos que la buscan. A lo mejor lo estaba esperando. Quién sabe. Y siguen bailando juntos, pequeños héroes que no sienten vergüenza ante esas notas que hablan de amor. Y se miran a los ojos y se sonríen sin malicia, sabedores de que algún día alguien los recordará. Niki y Alessandro los miran desde lejos. Se toman de las manos y sonríen, cómplices de esa espléndida magia, de esa extraña fórmula, de ese código secreto que empieza y termina sin un porqué, sin reglas, como una marea inesperada en una noche de amor sin luna..."
Sé que esto son segundos que queman, minutos que marcarán para siempre mi forma de ser, que me harán sonreír cuando sea que me apetezca recordarlos, que me llenarán por completo de alegría. El motivo es muy sencillo, te quiero, no puedo remediarlo, hermanito.
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