30 de julio de 2010

1 de julio de 2010

dos corazones & un solo latir.

No es fácil que la vida te arranque una sonrisa, pero cuando estás con él es como si todas saliesen de golpe, como si, por un rato, nada pudiera ir mal. Como si, dentro de sus brazos, nada pudiera hacerte daño y el tiempo se parara sólo para que vosotros dos lo disfrutarais. Y solo puedo decir que me encanta.
Que me encanta pasar las horas muertas contigo tirados en mi cama, hablando de nuestras vidas, las cosas que nos preocupan o que nos hacen daño y de las que nos hacen felices. Que me hagas cosquillas y yo no pueda soportarlo, pero que me ría como si fuera la primera vez que lo hiciese. Que me hagas sentir tan especial que no me salgan las palabras y que sólo pueda sonreír mientras te abrazo de nuevo.
Adoro poder recordar cada momento que paso a tu lado y que siga haciéndome sentir como si estuviera en una nube, cumpliendo todos y cada uno de mis sueños.
Eres exactamente mi marca de heroína. Todo lo que necesito para ser feliz, porque, eso es lo que me pasa cuando estoy contigo, lo demás deja de importarme por un momento, como si el mundo acabase en ti.
"Dicen que no se puede hablar de amor, sino sólo vivirlo. Es cierto. Yo también lo creo así. Si conozco el amor es únicamente porque tú me lo has hecho vivir y respirar. Lo he aprendido contigo. Aunque después he entendido que no se aprende nada. Se vive y basta, juntos, cercanos y cómplices. El amor eres tú. Y el amor soy yo cuando estoy contigo. Feliz. Sereno. Mejor."
" Llevo varias noches sin dormir tratando de encontrar las palabras adecuadas que te permitan comprender cuánto te quiero, hasta qué punto tu sonrisa, tu aliento, cada uno de tus movimientos son la razón de mi vida."
" La expresión enloquecida de mi amor por ti. Y en un instante recuerdo todo lo que no he podido decirte, todo lo que me hubiera gustado que supieras, la belleza de mi amor. Eso es lo que hubiera querido mostrarte. Yo, simple cortesano admitido en tu corte, arrodillado delante de tu simple sonrisa, frente a la grandeza de tu reino, hubiera querido mostrarte el mío. Sobre una bandeja de plata, abriendo los brazos en una reverencia infinita, mostrándote mi regalo, lo que sentía por ti: un amor sin límites"

noughts and crosses translation.

-¿Puedo besarte?
Mi sonrisa se derrumbó, me quedé mirando a mi mejor amigo.
-¿Perdona?
-¿Puedo besarte?
-¿Para qué narices?
-Para saber cómo es.- Contestó Callum.
¡Qué asco! Me tapé la nariz, no podía soportarlo. ¡Besarme! ¿Por qué Callum quería hacer algo tan.. tan asqueroso?
-¿De verdad quieres?- Pregunté.
-Sí, quiero.
-Vale, hazlo.- me tapé la nariz otra vez.- ¡Pero que sea rápido!
Callum se arrodilló a mi lado. Giré hacia él la cabeza, observando con cierta curiosidad qué iba a hacer después. Él hizo lo mismo. Incliné la cabeza hacia la derecha y él hizo lo mismo. Estaba moviéndose como si fuera mi reflejo en un espejo o algo así. Puse las manos en su cara para mantenerlo centrado.
- A ver, ¿quieres que me incline a la derecha o a la izquierda?
-Umm... ¿Hacia que lado suelen poner las chicas la cabeza cuando besan?
- ¿De veras importa? Además, qué se yo. ¿Te crees que he besado a un chico antes?
-Ponla hacia la izquiera entonces.
-Sí, ¿mi izquierda o tu izquierda?
-er... La tuya.
Lo hice como me había dicho.
- Hazlo rápido antes de que me salga una contractura.
Callum se humedeció los labios antes de que su cara se moviera lentamente hacia la mía.
- ¡Oh no!.- me eché hacia atrás- Sécate los labios antes.
- ¿Por qué?
-¡Acabas de chupartelos!
-¡Ah vale!- Callum se secó con la parte de atrás de la mano.
Me moví hasta volver a mi posición original, manteniendo mis labios fuertemente unidos. Me pregunté qué debía hacer con ellos,¿apretarlos? ¿O sonreír para que parecieran más anchos y apetecibles? Sólo había besado a mi almohada antes, para practicar. esto era bastante diferente, pero igualmente idiota.
-¡Date prisa!
Mis ojos estaban completamente abiertos mientras veía como la cara de Callum se acercaba poco a poco a la mía. Sus ojos grises también estaban abiertos, incluso me estaba quedando bizca de tanto mirarle. Y entonces sus labios estaban tocando los míos, ¡qué divertido!. Esperaba algo duro y seco, como la piel de un camaleón. Pero no, era suave. Callum cerró los ojos y yo hice lo mismo. Nuestros labios seguían tocándose. Él abrió la boca, haciendo que la mía se abriera al mismo tiempo. Su respiración se juntó con la mía. Y entonces, sin previo aviso, su lengua tocó la mía.
-¡Qué asco!.- me aparté.- ¿Para qué has hecho eso?
-No ha estado tan mal...
- No quiero que tu lengua toque la mía.- negué con la cabeza.
-¿Por qué no?
-Porque... se va a mezclar nuestra saliva.
- ¿Entonces? Se supone que es eso.
Reflexioné.
-Valeeeee. ¡Las cosas que tengo que hacer por ti , eh! Vamos a intentarlo otra vez.