28 de abril de 2012

Sisters things

Esto empezó hace 18 años y un mes. Bueno, quizá un poco más, unos nueve meses más, mientras todos os preocupabais por encontrar el mejor nombre para mí. Desde entonces, me enseñaste, me enseñas y me enseñarás todo lo que sabes. Hemos reído y llorado juntas, hemos compartido momentos importantes en nuestras vidas... Bueno, creo que tú has compartido todos los importantes de la mía sin excepción. Si te digo la verdad, lo que mejor recuerdo de tu boda es el momento en el que me puse a llorar porque ya no ibas a dormir más en mi cuarto, que sepas que aún sigo echándolo de menos.
Me encanta que una persona como tú sea mi hermana. Una persona con la que poder compartirlo todo, a la que trato como mi gemela, porque en el fondo siento que lo es. La que anda como yo, la que habla como yo, la que siente como yo. Es algo que aunque quiera no puedo explicar. Y no quiero que se acabe.
A partir de ahora, tenemos que hacer más como hoy, momentos de risas, dando la nota allí donde pisamos, fundiendo tarjetas de crédito, llenándonos los morretes de chocolate con las magdalenas de Gon y, sin más ni menos, pasándonoslo como las dos enanas que parecemos cuando nos juntamos. Simplemente, las Álvarez Abad  MOLAAMOS!
Te quiero Chiki!

15 de abril de 2012

Tal y como yo lo veo, la vida tiene bastante en común con una partida de póquer. Se juegan las cartas que se reparten, se calculan las posibilidades y las probabilidades de que la siguiente carta sea la que tú esperas y después ya se decide si apostar o no. Cuando las cartas son malas y el bote es lo suficientemente aceptable, te marcas un farol. Si no te atreves, esperas a la mano siguiente. Y así hasta que consigas una escalera de color. Mientras tanto, a mí me valdrá con la pareja, el full o el doble par. No nos toca más que disfrutar de lo que nos han dado, que nunca es poco y calcular las probabilidades de que la siguiente jugada sea mucho mejor.