10 de febrero de 2013

Me encantan los días como hoy. Probablemente sea porque no ocurren muy a menudo. Que me mire al espejo y me entren ganas de decir a mi reflejo: "Leticia, envidio tu felicidad". Y me ría de todo lo mal que lo he pasado antes. Normalmente yo soy esa chica insegura, que tiene miedo de que su propia sombra no la acepte, esa chica que nunca quiere ser el centro de atención, la chica que se esconde detrás de enormes sudaderas y un par de vaqueros. Esa a la que se le escapan las lágrimas cuando escucha cosas que le hacen daño. Pero, mírame hoy, hoy quiero comerme el mundo. Hoy voy a reírme de todas esas veces en las que no fui lo suficiente valiente. Hoy nadie va a poder conmigo.